El cielo más oscuro del planeta en peligro: La amenaza del proyecto INNA al Observatorio Paranal

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El cielo más oscuro del planeta, situado en el norte de Chile, ha sido durante años uno de los lugares más privilegiados para la observación astronómica. Sin embargo, ese cielo está ahora bajo amenaza debido al proyecto INNA, una iniciativa de producción de hidrógeno verde que podría poner en riesgo el trabajo de científicos de todo el mundo. Astrónomos y expertos han expresado su preocupación, especialmente por la cercanía del proyecto al Observatorio Paranal, que alberga telescopios de importancia internacional. En este artículo, analizamos los posibles impactos de este proyecto y las implicaciones para la astronomía y el medio ambiente.

La importancia del Observatorio Paranal

El Observatorio Paranal, ubicado en la Región de Antofagasta, en el norte de Chile, es hogar de algunos de los telescopios más avanzados del mundo, incluido el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO). Este observatorio ha sido clave en descubrimientos fundamentales, como la primera imagen de un exoplaneta y la confirmación de la expansión acelerada del universo. Además, en el cercano Cerro Armazones se está construyendo el Extremely Large Telescope (ELT), que promete revolucionar la astronomía.

La razón por la cual este lugar es tan valioso para la ciencia se debe a sus cielos oscuros, libres de contaminación lumínica. La atmósfera clara y sin interferencias permite a los telescopios obtener imágenes nítidas y detalladas del universo, algo que es esencial para el avance de la investigación astronómica.

El proyecto INNA y sus posibles impactos

El proyecto INNA es una iniciativa impulsada por la empresa AES Andes, que busca producir hidrógeno verde y amoníaco verde, además de desarrollar energía solar y eólica en la región. La ubicación propuesta para este megacomplejo industrial está a escasos kilómetros del Observatorio Paranal, lo que ha encendido las alarmas en la comunidad científica. La preocupación principal radica en los efectos que podría tener la actividad industrial sobre los cielos de la zona.

Andrea Mejías, astrónoma de la Universidad de Chile y vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Astronomía, explicó que existen tres riesgos principales que podrían afectar la calidad de la observación astronómica: la contaminación lumínica, el polvo en suspensión y las turbulencias atmosféricas. Estos factores son particularmente peligrosos para los telescopios de Paranal, que dependen de cielos oscuros y condiciones atmosféricas estables para funcionar correctamente.

Contaminación lumínica

El aumento de la contaminación lumínica es una de las principales preocupaciones. Mejías indicó que el proyecto podría hacer que el cielo se vuelva tres veces más brillante de lo que ya es, lo que afectaría la capacidad de los telescopios para observar el universo con la claridad que requieren. Para los astrónomos, esto sería como si estuvieran usando telescopios mucho más pequeños de lo que realmente son, lo que disminuiría significativamente la calidad de las observaciones.

El Observatorio Paranal es considerado uno de los mejores lugares del mundo para la astronomía, en parte gracias a la oscuridad de sus cielos. Si el proyecto INNA sigue adelante, podría poner en peligro el estatus de Chile como un centro mundial de investigación astronómica. Esto no solo afectaría a los científicos locales, sino que también podría disuadir a otros observatorios y proyectos internacionales de establecerse en el país.

Polvo en suspensión y turbulencias atmosféricas

Además de la contaminación lumínica, el polvo en suspensión generado por la construcción y operación del complejo industrial también representa un riesgo para los telescopios de Paranal. El polvo puede interferir con las observaciones astronómicas y alterar las condiciones atmosféricas, lo que dificultaría la captura de imágenes claras y nítidas. Las turbulencias en la atmósfera causadas por la actividad industrial podrían generar distorsiones en las imágenes captadas por los telescopios, afectando la precisión de los estudios astronómicos.

El impacto en la investigación internacional

El Observatorio Paranal no solo es importante para los científicos chilenos, sino que también atrae a astrónomos de todo el mundo. La comunidad internacional depende de los telescopios de Paranal para realizar investigaciones que van desde la observación de exoplanetas hasta el estudio de agujeros negros supermasivos. Si la calidad de las observaciones se ve afectada, los efectos podrían ser globales.

La preocupación del Observatorio Europeo Austral (ESO) es clara: el megaproyecto industrial de AES Andes representa un riesgo crítico para los cielos nocturnos más prístinos del planeta. El director general de ESO, Xavier Barcons, señaló que las emisiones de polvo, la turbulencia atmosférica y la contaminación lumínica podrían tener un impacto irreparable en las capacidades de observación astronómica. Por su parte, Itziar de Gregorio, representante de ESO en Chile, afirmó que los cielos oscuros de Paranal son un patrimonio natural que beneficia a toda la humanidad.

Propuestas de solución

Aunque las preocupaciones sobre el impacto del proyecto INNA son legítimas, las científicas no piden que el proyecto sea cancelado por completo. Reconocen la importancia de avanzar en la producción de energías limpias, especialmente el hidrógeno verde, que podría incluso beneficiar a la propia astronomía. Sin embargo, proponen que el complejo industrial sea trasladado a una ubicación más alejada del Observatorio Paranal para minimizar los riesgos para la investigación astronómica.

Elise Servajean, astrónoma y gerente general del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), sugirió que el proyecto INNA debería ser reubicado para evitar la contaminación lumínica y otros efectos adversos. También destacó la importancia de mejorar la normativa en torno a la contaminación lumínica en el futuro, para que proyectos industriales y astronómicos puedan convivir sin perjudicar a la investigación científica.

La postura del gobierno

El gobierno del presidente Gabriel Boric se encuentra en una encrucijada, ya que debe equilibrar dos objetivos importantes: el avance de las energías limpias y la protección de la astronomía nacional. El presidente Boric ha mostrado su compromiso con el desarrollo de la astronomía en Chile, destacando la colaboración con el Observatorio Europeo Austral y expresando su deseo de seguir fortaleciendo esta disciplina en el país.

El subsecretario de Ciencia, Cristian Cuevas, afirmó que el proyecto INNA ya ha sido ingresado a la institucionalidad ambiental, que evaluará su impacto y considerará la participación activa de diversas comunidades y agentes involucrados. El gobierno se ha comprometido a buscar una solución que permita armonizar el desarrollo de energías limpias con la protección de los cielos chilenos, que albergan el 60% de la capacidad de observación óptica mundial.

El proyecto INNA es un ejemplo claro de los desafíos que enfrenta Chile al tratar de equilibrar el desarrollo industrial con la preservación de sus recursos naturales y científicos. La preocupación por la contaminación lumínica y otros impactos negativos en el Observatorio Paranal es legítima y debe ser tomada en cuenta al evaluar la viabilidad del proyecto. Aunque la transición hacia energías limpias es crucial para el futuro del planeta, es fundamental encontrar soluciones que no perjudiquen la capacidad de observación astronómica que ha colocado a Chile en el centro de la ciencia mundial.

El gobierno, la comunidad científica y la industria deben trabajar juntos para garantizar que los cielos más oscuros del planeta, un patrimonio invaluable para la humanidad, se sigan preservando para las futuras generaciones de astrónomos y científicos. El futuro de la astronomía en Chile y el mundo depende de ello.

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